Errar es de humanos, entonces no hay sorpresa. ¿Por qué
insiste el hombre y la mujer en discutir el tema? Por joder, porque somos así,
somos erráticos. Y viene desde el principio, cuando diosito nos hizo de barro
en vez de, no sé, ¿metal? O por lo menos como pinocho de madera. Ven otro
fallito, porque nos hizo de barro pero con instintos de pinocho: el muñeco
miente y le crece la nariz, el hombre miente para llevarse a la… dejo así!
Errar es de humanos y no lo aceptamos, no le vemos la vuelta
natural a todo el contexto y nos quejamos. Por ejemplo, te equivocaste de
pareja, normal. Te equivocaste porque estabas bien y te fuiste de casa con otra
u otro, según tendencias naturales y/o complejas, pues obvio. Que la carrera
que estudiaste al final no es la que te gusta, típica. Que el color que escogiste
al final no encaja con tu gusto, tradicional… en fin, así, como para llenar un
librero.
Pero estamos mal hechos, unos porque lo tienen chiquito,
otros porque lo tienen grande, que si quieren senos más grandes, ah pero me
jodió la columna y quiero senos más chicos, que tengo el pelo ondulado y voy a
la peluquería a alisármelo, pero las que lo tienen liso van a la peluquería
hacer lo contrario, en fin esto es una locura, y con todo eso ¿nos asombramos
de que el mundo esté patas arriba? Pero si estamos mal hechos, igual tenemos un
mundo mal hecho, todo es a la imagen y semejanza… ¡coño corto aquí!
Por eso fallamos, y nos quejamos porque el mecánico dejó una
tuerca floja que nos originó un accidente, le gritamos a un umpire por no
cantar un strike y le lanzamos botellas a un linier porque anulo un gol de
nuestro equipo cuando el delantero lo habilitaba un defensa por dos metros. Eso
está mal, no podemos quejarnos porque errar es de humanos… Un fallito pues!