10/04/2006

LAS DIETAS

No es cuento que gracias a la publicidad, los concursos de belleza, la televisión y la vanidad, las mujeres y muchos hombres viven obsesionados con la obesidad al punto de amargarse y sufrir las mas atroces autoflagelaciones que ser humano pueda resistir con el fin de perder esos kilitos de más.

Y el problema está que preferimos dejar de comer en vez de comer bien, aunque comer bien es bien costoso. Se puede comer económicamente, pero eso no es comer.

Para mantenerse en el peso ideal para figurar en el status social de bello o agraciadamente flaco o flaca es una carrera fácil de soportar si se siguen pequeños consejos al pie de la letra como el hacer ejercicios y comer verduras. Para ello siga los siguientes pasos:

Tome todas las mañanas una cucharadita de brisol, ya que brisol corta la grasa en cinco segundos.
Ingiera mucha verdura, coma gamelote. Si no le gusta elabore bastante guasacaca verde y bañe lo que se vaya a comer con la guasacaca. Esto ayudará a engañar al cuerpo y usted podrá comer la cantidad de cochino, chuletones, pastas y panes a gusto.
Corra todas las mañanas, si le da flojera camine, si tampoco le gusta caminar haga bastante el amor, si esto último tampoco le gusta, péguese un tiro.
No coma mantequilla ni meta la lengua en tapara.
No abra la nevera nunca, ni para coger agua. Si tiene sed beba del grifo.
Échele al pote de azúcar bicarbonato.
No coma en la calle, si lo hace, hágalo en una mesa y sentado en una silla
Fume que jode, fumar adelgaza y le mantiene activo y candidato a no pasar de los cuarenta que es la edad cuando se engorda más y mas cuesta adelgazar.
Haga ejercicios donde pueda. Por ejemplo: mancuernas en el metro, barra fija en la parada del autobús, flexiones en el comedor, etc.
No levante pesas. Eso la debilitará y no podrá cargar muchas bolsas de mercado.
Si va de compras vaya a algún mercado popular. Son enormes, usted terminará caminando toda la mañana y los precios son iguales a todos lados.
Ingiera diuréticos y laxantes como dandys. El problema es que no podrá salir nunca de su casa, pero podrá comer de todo que lo va a cagar en cinco minutos
No ingiera alcohol, para eso ya inventaron los licores y la cerveza. Nunca beba mas de una caja de cerveza diaria, esta comprobado que la cebada engorda, pero como en Venezuela la hacen de arroz no hay problema.

Si por casualidad, después de seguir estos consejos, usted sigue gordo (a) consulte a su medico o vaya urgente a emergencias para que lo desintoxiquen inmediatamente

9/26/2006

TORTILLA DE UEBO

Cuando su majestad la Reina Isabel I Tudor, aquella simpática y tímida muchacha que después de ver pasar la muerte invitándola a entrar al místico aposento, comentó: “nunca falta un roto para un descosido” a partir de ahí dejó de ser tímida e inocente para convertirse en la mujer que es hoy en día en la historia: “mi heroína” y eso que no tengo vicio. Pero cuando ella en pleno poder, y en su mas esplendorosa gloria de los hijos de la Gran Bretaña, le dijo con cariño a Sir Drake: “cuando no botas el té, quiebras la taza” y ahí, él que las agarraba en el aire, se convirtió en el pirata mas famoso que Hollywood pudiera haber creado.

Pero desgraciadamente los latinos no tenemos sangre sajona, una sangre escarchada a punzonzazos en el hielo de su ser. Nosotros somos más cálidos y eso nos hace más antiparabólicos a nuestras obligaciones. Nosotros somos una tortilla, la comemos y hasta nos gusta, porque somos simples, somos mas cercanos a lo humano y no al ciudadano. Eso nos diferencia de los anglosajones.

Lo más parecido a una tortilla que pueda conocer un inglés es un omelet. Y lo más parecido que puede conocer un inglés al amor es Romeo y Julieta y mueren al final.

Todo esto me vino a la mente gracias a otra experiencia anecdótica con la Unión Encarnación Barlovento Oriente, cuyas siglas se definen como UEBO. La única empresa que presta servicio de transporte a los habitantes de la zona de Barlovento a Caracas y viceversa.

Como dijeron: “nunca falta un roto para un descocido” me pareció extraño que el día de hoy: martes veintiséis de septiembre del dos mil seis hubiera una unidad de transporte disponible, esperando pasajeros. Desde hace meses el servicio se caracterizaba por una ausencia notable de unidades, lo que originaba extensas colas de usuarios al sol, en medio de la calle a la espera hasta el desespero de la partida. Los ecos de pasillo hablaban de muchas unidades accidentadas, mientras otras voces ronroneaban la comercialización de viajes y tours por el país, obviando sus deberes básicos que es el servicio a los usuarios.

Lo más sorprendente de la unidad fue la existencia de aire acondicionado, acompañado de televisión a color. Todo un sueño. Un viaje de primera.

Pero cuando el desaventajado nota ventaja, le molesta. En otras palabras: cuando se acostumbra a perder, jode ganar.

A mitad de viaje explotó una llanta y claro, no tenía repuesto. Seguimos hasta la ciudad más cercana hasta que se terminó de reventar y no pudo seguir la fabulosa unidad. Pero a quien se le ocurre rodar casi doscientos kilómetros sin repuestos, hasta que punto llega nuestra irresponsabilidad. Llega al punto de depender de un UEBO para moverse, y les aseguro que a nadie le importa un UEBO, o sea, una UEBO nada.

LAS DEMANDAS DESCONOCIDAS

Hace años, aquí en Venezuela se libró una de las batallas legales mas publicitadas que boda de artistas y mas olvidadas repentinamente que las mismas bodas de los mismos artistas. Fue el caso de Makro.

Makro era una empresa y/o marca registrada de unos marcadores que todo portugués usaba en los abastos para marcar los precios de los productos, sobre todo las bolsas de verduras y los cambures. De esto recuerdo en una oportunidad que el Portu después de pesar la mano de cambur anotó el precio en un dedo y lo arranque y lo comí, después anoto el mismo precio en otro y repetí la acción anterior, lo que provocó la ira lusitana y comenzó a marcar todos los cambures con el mismo precio. Lo que probó no solo la durabilidad de esos marcadores si no la calidad, ya que aguantaban la mano de un portugués molesto, y eso es mucho decir.

Makro se molestó muchísimo cuando llego para instalarse la red de hipertiendas Makro por lo que entabló una demanda que al final ni se si sigue vigente o al final llegaron a un acuerdo. Esto quedó en el último rincón, en el más allá del olvido.

Otra situación similar pero de plagio fue la que presento AV-2000 de Montana con Nitendo. Esta última imitó con descaro la figurita del pintor de Montana, le cambio la profesión, de pintor a plomero. Le puso bigote y los ojos mas grandes, i que para ver mejor. Lo nacionalizó italiano y ahora se llama Mario BROS. Lo peor fue que Montana no pudo hacer nada, porque verán, también le cambiaron el sombrerito llanero por una boina roja. Y contra eso no se puede.

9/19/2006

LOS CONTRATOS

En mis ratos libres confieso, y juro que dispongo de pocos, que adicto a la historia y discado, no por aprender y culturizarme, si no por esa espina que tenemos todos (unos más que otros) de saber lo ajeno, estudio arqueología.

Ella es la ciencia que transforma la carroña en chateaubriand con papas fritas, la cafunga en banana split o una simple pedrusco en todo un monumento de plaza. Pero lo más revelador de la ciencia ésta, es que descose las marañas históricas y desvela los misterios que entornan lo descubierto. Gracias a la arqueología se ha podido constatar que ciertas leyendas son verdades y que algunas verdades son leyendas, como es el caso de los contratos de usuarios de software y los fabricantes.

Los contratos de uso de software, uno de los acontecimientos más recientes, producto del auge tecnológico del área, tienen igual característica y semejanza casi cómplice con los jeroglíficos egipcios: pocos los entienden. Y lo mas revelador de este estudio sobre los contratos es que en semejanza con los egipcios solo dice lo que el escritor o redactor del contrato puede, y es el único en entender. Por ejemplo: los antiguos egipcios escribían: pajarito a la derecha, palito con inclinación a la izquierda cuadrito con otro cuadrito adentro. Esto significa: hay pollo con espárragos, vamos todos a la mesa. En resumen es simple, lo dice, lo dibuja, se interpreta. A diferencia de los contratos que dicen, se dibujan y son indescifrables y por demás incumplibles.

Si los contratos de software se aplicaran a una novela, o cualquier otro libro, el comprador puede prestarlo, pero el lector debe pagar el importe del costo del libro. Si Ford hiciera lo mismo, el propietario del vehículo puede prestar su auto, pero el conductor debe pagar el importe del costo del coche para usarlo y en todo caso, solo se castiga al que no ha pagado el derecho de uso. Tampoco podría cambiarle el motor, o colocarle unos rínes más anchos o más altos sin permiso del fabricante.

Si los contratos de software se aplicaran a la cocina, jamás podría cocinarse una hayaca con berenjena o echar caraotas a una pasta, ni podría comer arroz con papas. Solo si la receta está aprobada por los aprobadores de oficio.

En mis estudios arqueológicos descubrí por accidente que fueron los contratos de software los que precipitaron la caída de los mas grandes imperios y se mantuvieron hasta hoy día las logias y grupos que han mantenido bajo llave los derechos de autor de los programas informáticos.

Fue en el cairo donde Alí Al Mamad mientras orinaba su camello en la esquina de mercado, comenzó a oír el golpe de la orina sobre el suelo un sonido mas grueso y seco. Es que el camello en su acto natural abrió un hueco de dos metros cuarenta centímetros de profundidad sobre la arena hasta golpear con una caja de madera escondida por las tormentas del desierto y que según carbono catorce, un investigador privado, tenía mil años ahí.

Para fortuna de los arqueólogos se trataban de expedientes del Tribunal de las Arenas séptimo de instancia en lo mercantil.

La gran mayoría de los expedientes fueron introducidos por demanda de una compañía llamada Ábaco Inc. Propietaria de los derechos de una invención de la época llamada, como la compañía: Ábaco. Parece ser que los usuarios, en su afán eterno de mejorar y personalizar el uso de este hardware usaban el software con más rapidez porque usaban ambas manos, y el contrato de uso rezaba que solo se podía manejar con una sola mano mientras que con la otra se sostenía en peso. Los usuarios de entonces alegaban que el uso de la mesa adicionaría velocidad en las operaciones, pero Ábaco Inc. no le interesaba la adición de las mesas como soporte ya que carecían del control sobre la patente de las consolas.

Este estira y encoje produjo la primera crisis conocida a través de la historia jurídica, pero en tiempos atrás de estos sucesos, en las cuevas de Altamira el uso del Paint sobre las rocas y la poca diversidad de colores en la paleta provocó la migración de los expertos al uso del lienzo, lo que generó la crisis del algodón que provocó el descubrimiento de América y la conquista del Estado de Alabama, para el cultivo de algodón y la industria del lienzo. Lamentable hecho histórico porque con tanta piedra en el mundo, la que se armó porque el dueño del rock paint no mejoró la paleta ni los entornos de trabajo.

Para los días de hoy contamos con mejor tecnología pero los acuerdos y contratos siguen siendo los mismos. Evolucionamos en un sentido, en una doble vía donde la tecnología va por el canal rápido, mientras que lo demás sigue en la tranca vial de siglos atrás.

Ya viene en camino, apresurado y con toda la avalancha publicitaria: el Windows argentino, el “¡Viste!”. Cuyo contrato difiere del encontrado bajo el orine del camello solo en que fue escrito de derecha a izquierda, porque su contenido dice igual en forma resumida: ¡Jódanse!

Joao Ferreira
17-09-06

9/08/2006

Las Cuaimas

En nuestro argot popular la palabra “cuaima” es utilizada para señalar, describir o nombrar a la mujer con pareja, de actitud compleja que nunca te deja. La mujer cuaima es tan común y está tan extendida su especie que se puede decir, así como si nada, que todas las mujeres son cuaimas, al igual que ellas dicen que todos los hombres son unos sinvergüenzas, cosa por demás falsa porque la mayoría de los hombres tienes sus vergüenzas completas porque jamás las usan. Pero volviendo al tema, las cuaimas verdaderas, las inocentes serpientes viperinas, ponzoñosas, venenosas y mortales son inofensivas ante tal ser, que debiéramos disculparnos con el creador por tal comparación, porque la cuaima verdadera ha sido desde los días de Adán y Eva objeto de la injusta manipulación de los medios escritos y claro, como ellas no tienen manitos para escribir no han podido ejercer su derecho a replica.

Nuestras cuaimas, aunque no lo acepten, llevan consigo en el lado más oscuro de su corazón, un pedazo de escama de reptil que se despierta apenas su hombre se le separa a más de cinco centímetros de distancia. La manera tradicional de calmar o disminuir los efectos que genera la escama en todo el cuerpo de la cuaima es mediante la operación quirúrgica de una cachetada con el dorso de la mano en ángulo de ciento ochenta grados. Esta operación sumamente delicada es practicada a diario y no se necesita estudios universitarios pero si mucha practica porque no hay nada tan fatal que equivocarse y errar en la aplicación, esto originaria una inflamación incontrolable de la escama de reptil que podría tardar meses en desinflamarse.

También hay distintos tratamientos según la región. Por ejemplo a las maracuaimas (las cuaimas maracuchas) se tranquilizan con un cepillao de kolita bañado de leche condensada, las caracuaimas (las de Caracas) se tranquilizan con una cajita feliz. Las corocuaimas (las de Coro) con arepa pela y suero pero la mas difícil de controlar es la barlocuaima, porque se tranquilizan con cafunga, majarete y chocolate caliente, todo a la vez.

Bueno, como les seguía comentando, las monocotiledóneas son las semillas de un solo cotiledón y no los cotiledones que andan en el parque con los monos… uff ya se fue, disculpen, tuve que disimular porque se acercó a la compu a ver que estaba escribiendo… es que yo tengo mi cuaima.

Bueno continuando el tema. Para identificar una cuaima es muy fácil. Toda cuaima le dice a su pareja “papi”. Cuando escuchen a una mujer decirle a su marido “papi” esa vicha es cuaimatosa en primer grado, la palabra “papi” para los que no la conozcan significa en boca de cuaima o en argot viperino “quiero”. Cuando escuchen la palabra “papi” confirmen que sigue a esta palabra un completa oración, con sujeto y predicado que denota deseo, solicitud o en su defecto orden.

Luego existe otra palabra clave de una cuaima y es “gordo”. Aunque el hombre sea un chupao la mujer le dice “gordo”. Ahora, que significa “gordo”, significa “vente pacá” y noten que cuando les dice “gordo” terminan la oración con igual estructura de deseo, solicitud u orden, que denota acercamiento.

Una de las estrategias para convivir con una cuaima sin problemas y que nunca se le inflame la escama de mapanare, es conjurando las palabras mágicas: “si mi amor”. Este conjuro nunca falla y aunque no se cumpla la solicitud de la cuaima mientras mas veces le repitas “si mi amor” cual serpiente encantada quedará tranquila. Yo me compré una franelilla de esas, que son negras y dicen: “se habla llanero”, “se habla malandro” etc. Yo me compre una que dice “si mi amor” y se acabaron los peos, en serio. Yo no bromeo con estas cosas y menos con cuaimas… que por cierto, saludos a todas las cuaimas en su día!

Joao Ferreira
7-08-06

8/28/2006

EL PESO DE LA CONCIENCIA

El peso del consumo

Es cierto que la tecnología en su afán comercial ha evolucionado y sigue evolucionando para complacer al bolsa consumidor y al indefenso productor. La tecnología en todas sus ramas ha simplificado no solo la vida si no los sentimientos individuales de cada ser de nuestro planeta. Antes en un negocio era sorprendente ver como el portugués sacaba su lápiz mongol del apoyo de su oreja y tomaba un papelito y en menos de quince segundos sacaba una cuenta astronómica con filas de números que no alcanzaba en la hoja y de manera artesanal totalizaba el valor de toda la mercancía que recuerdo, era el mercado para quince días. Amen de ver después a mi madre sacar nuevamente la cuenta en la mesa del comedor de la casa y escuchar aquellos quejidos de cochino en matadero porque siempre el portugués (de paso paisano y amigo de infancia de mis padres) le había cobrado de mas un real y medio.

Hoy por hoy la cosa es distinta, el mercado lo hacemos en las “hipertiendas” y además de ser impersonal la atención, el personal de la tienda te vigila incansablemente, le hace sentir a uno que está en el patio de una prisión y que ellos, atentos a cualquier movimiento extraño, se abalanzarán sobre el prisionero del consumo, sin derecho a pataleo. Además de comprar y de esta manera, mantener la cadena de producción y consumo de nuestra filosofía de vida y que además los mantienen a ellos con vida los quince y ultimo. Ellos, al igual que un funcionario público te miran sobre el hombro como si les debieras y su trato con desprecio parece decirte: “no jodas, sigue, sigue…”

Lo peor y más traumático de la aventura consumista es la bendita cola que hay que hacer para pagar y poder marcharte a la casa. Si el tiempo es dinero, ¿por qué no hacen descuento en las cajas registradoras a la hora de pagar? Porque se pierde mas tiempo pagando que llenando el carrito. Amen de las lectoras láser de las cajas, que con su típico “tic” y “tic” y “tic” pueden hacer registros de cinco productos por segundo, pero ¿Para qué? Si después estás media hora para pagar y eso en efectivo, porque si se te ocurre pagar con tarjeta, las llamadas telefónicas de mi madre para preguntarme: “hijo, ¿Qué has hecho?” son para terapia.

No conforme, las hipertiendas tienen el peor, escuche o lea bien: “el peoooooor” sistema de garantías que pueda ofrecer comerciante alguno. En una ocasión compre una pesa (de esas de pesarse uno) al llegar a casa inmediatamente me pesé y la aguja marcaba noventa y ocho kilitos. – No puede ser – dije asombrado, entonces me desnudé y me volví a pesar y la maquinita marcó noventa y seis y medio. Seguía en mi asombro y claro como no vivimos en Alaska es normal que no cargue más de kilo y medio de ropa encima. Ahí pensé que menos mal que no compre la electrónica, la que te dice el peso con una voz computarizada, porque imagínense la raya de que algún vecino escuche, uff de la que me salvé. Y claro como mi gordura no se nota, puedo seguir disimulando. Pero siguiendo el tema, al ver esa cifra no me quedó mas remedio que mirar mi barriguita (que tanto me ha costado conseguir) y decirle: “bueno compañera, aquí nos separa el río” y ella ronroneó de disgusto, por un momento pensé que estaba llorando pero no, era hambre y las tripas casualmente me chillaron en ese momento.

Comencé esa semana con una dieta estricta y me di cuenta por primera vez en mi vida que apenas comienzas una dieta en serio, comienza todo mundo (hasta gente que uno no conoce) a invitarte cerveza, potajes, te invitan cachitos al desayuno, todo mundo cumple años y te dan torta, tortas y mas tortas. Y no importa que sea mayo o cualquier mes, siempre sale alguien y te invita una hallaca y coño, ¿una hallaca en mayo? Pues si, todo es posible cuando comienzas una dieta estricta. Claro está que cuando se hace dieta se hace dieta y está en juego la fuerza de voluntad, que viene siendo la voluntad de la fuerza pero no la de look si no la del otro, que viste de negro y parece que sufre asma.

No sabia si llorar, jipiar o gritar de desesperación, pero hice mi dieta y a los ocho días, llegó el momento esperado. Como Cling Easwood entrando al pueblo por la calle del medio, esa la ancha, y del otro lado el contendiente al duelo (el duelo que sentía yo por los ochos días de hambre) ahí estaba, grácil, poderosa y echada invitándome al reto, la aplastada balanza. Me acerqué lentamente y al subirme coloque los pies encima de ella mientras mi mirada continuaba suspendida al techo y lentamente, muy lentamente comencé a dirigir mi mirada al marcómetro de la pesa… y mi sorpresa, no veía nada y claro, tuve que encoger mi barriga e inclinarme un poco hacia delante para poder ver cuanto estaba pesando y - ¡Coño! No puede ser, ¡nojoda! – Estaba pesando noventa y nueve kilos - ¡no puede ser, no puede ser, no puede seeeeeeeer! – continué gritando. Y justo un segundo antes de lanzar la báscula contra la pared pensé – coño, la garantía hombre, la garantía. Esta vaina se jodió.

Así pues me preparé a la peor empresa que puede aventurarse ser humano alguno: “reclamar una garantía”.

Antes de hacer un reclamo de este tipo se recomienda:

Tener la factura original de compra, cancelada y certificada por el Seniat.
Poseer la caja original o envoltorio del producto sin ralladuras, torceduras, mordeduras (por si tienes perro, aunque en mi caso podía ser yo mismo por la hijo e madre hambre que tenía)
Poseer el certificado de garantía expedido por el ente emisor del producto firmado y sellado por el inspector de indemnización del Indecu (por cierto: ¿ese cargo existe?)
Poseer y presentar el producto impecable, lavadito como un pillin, sin ralladuras, torceduras, mordeduras (aunque en este caso si podía haberlo mordido yo, pero de la arrechera, gracias al mismísimo creador, me aguanté)
Presentar el producto al departamento de garantías en el lapso acordado. (este lapso acordado y cualquier cláusula que favorezca al comprador solo puede ser vista en la hoja de la factura con la ayuda de un microscopio electrónico de alta resolución, y creo, si no me equivoco hay solo dos en Venezuela y se puede acceder previa sita ya que la cola de gente para leer estas cláusulas es tan grande como la cola de reclamos al CNE).

Y no está de más llevar también:

Copia de la cédula certificada del vendedor que le facilitó el producto.
Fe de vida del sacerdote y párroco de su parroquia.
Boleta de notas de sexto grado, firmada por su padre o representante.
Oficio de buena fe y carta de recomendación del prefecto de su jurisdicción.
Los doce últimos balances bancarios (ya que es una balanza) cerificados por un contador público, censado por el colegio de contadores (pero no de luz. Tampoco los contadores de chistes valen)
Certificado de salud y prueba HIV con resultado cero negativo. Porque las empresas no van a devolver un carajo a un carajo que no le queda un carajo de vida.
Examen foniático reprobado. Las empresas no suelen atender a las personas que puedan gritar porque se verán obligadas a devolver los corotos por la pena.

Puede presentar todo esto, que igual se la van a poner difícil, o en su defecto el carnet del MVR. Pero les aseguro que es más fácil tramitar los ítems anteriores.

Acto seguido a la obtención de estos fáciles y rápidos requisitos se debe llamar a la empresa donde se compró el producto a fin de obtener la dirección exacta en donde se tramita estas situaciones y nunca esta demás llamar nuevamente disimulando otra voz y describiendo otra situación con otro producto a fin de constatar que la primera dirección suministrada coincide con la segunda. Por lo general nunca sucede por lo que hay que llamar con diferentes tipos de voces y describir distintas situaciones y productos y se obtendrá una media que será la primera opción en la agenda de la actividad del reclamo de garantía. Esto por demás esta decir que no es cien por ciento fiable, pero vamos, por algo se empieza, ¿O no?

Esto puede suceder si la empresa no cuenta con las estúpidas operadoras digitales que algún macabro, hijo e madre, mardito y ocioso inventó para comodidad del infractor y agravio de la victima. Estas operadoras digitales cuentan con un sin fin de posibilidades de configuración y ajuste que la victima al caer en sus redes puede pasar semanas, meses y hasta años tratando de descifrar el laberinto de opciones que al final terminan en la misma sala con los mismos cinco operadores, pero la intención es desarrollar un desgaste mental a la victima con esta burocracia digital que al final el jodido comprador desestima su propio esfuerzo y decide abandonarlo todo. Y el carbón vegetal del negocio, queda finito, cual dedito (de mozarella).

Las operadoras digitales para los que no la conozcan son aquellas que tu llamas por teléfono y te sale una voz programada que te dice – buenos días (o tarde o noches. Es que son tan avanzadas que hasta saben la hora) para servicios de red marque uno, para reclamos de tipo diocesano marque dos, para reclamos benidicticios marque tres, para esto o aquello marque numeral – y así van y uno se pierde. Y al final te va atender una operadora de la misma sala donde están todos los empleados de atención telefónica. Que está demás decir que ninguno sabe ni siquiera lo que dice, es puro caletre y más caletre. Todos absolutamente todos dicen lo mismo. Pero la intención no es atender, son maniobras muy bien planificadas para joder al que quiere joder, auque su “joder” sea por reclamar su derecho, pero reclamar los derechos es “joder” aquí y en China.

Otro paso a seguir es el enfrentamiento a la verdad. Y la verdad sea dicha, lo mas horrible de todo es enfrentarte al funcionario o empleado sea quien sea que recibe el coroto dañado. Primero te mira con mirada inquisidora y tienen el culo tan apretado que son capaces de preguntarte así como si nada: - aja ¿y usted que hizo pa que se escoñetara? Y ante eso ¿que se puede responder?, uno queda en el limbo. Pero para estas situaciones hay unos cuantos pasos a seguir, que en la próxima entrega haré llegar.

Joao Ferreira
27 de Agosto de 2006.

INFORMES DE SUPERVISION

INFORME DE SUPERVISIÓN MALANDRO

Ante todo guenas

Acontecio que ayel por la talde me llamó la pure de la Junta de Condemonio pa decilme quel ascensol taba fundío y que tenia los ñames inflamaos de tanto subil y bajal las escaleras. Yo como vivo en el rancho ayá en el cerro entiendo que eso es una tronco e molestia pol lo que entendí y me dispuse a llamal al ternico pana “Mi Sangre” y a Ultraman pa resolvel el rollo.
Aprobeche la ocasión pa hacel el recorrido de reglamento y pol supuesto a pasal pol la piscina a vel que pechuga posaba como iguana y vel cual pelaba el diente pa cuadral el mate nocturno. Infolmo que acelté 3 de 5, eso si cuadré con la cachifa pa que no hubiera rollo racial ni que notaran la falta de un cuadre porque esos millonarios son muy celosos, pendejos ellos polque uno no piensa en quedalse con las tielnas.
Y asi concluyo el viaje de pasarela pol el conjunto y de una le ago el llamado al administradol pa que en asamblea cuando elijan junta que las jevas sean menores de 25, porque siempre se consigue uno con pal de cacatúas en tanga que pa que le cuento lo que debo de fumá pa que me quite el mono. Polque no conforlme siempre andan con sendas peas encima y le lansan esos rodguailel a uno de frente. Que va mi pana.

¡Ahí los dejo parroquias!


INFORME DE SUPERVISIÓN GALLEGO

Bouas

Eu chi sheguey au edificio na mañana ben tempraninho y pronto eu vi el porton aberto y le preguntei au jurado:
-ey home, e ti per que tens la porta aberta, e que non feisha o que
-no mi pana, lo que pasa es que el otro supervisor, el malñandro, se llevo la cadena del porton y que para reparar la moto.
-ah pois eso nun se fas. Nun señor
-pero bueno, el es el jefe que quires que haga
-no, u malandru se levou la cadena pos la necesitaba, lo que nun se fas es dejar la porta aberta, que se van a dar conta.
-a no, yo no voy a estar abriendo y cerrando puerta, yo no.
-entonces dejalo asi, y a ver, ese bombillo esta quemnado?
-si, se fundió anoche
-ala, y ahora donde consigo otros 4 gallegos pa cambiarlo… y por cierto home, el policia acostado ya se despertó
-muy gracioso
-home, un poquinho de humor en la mañana no cae mal

INFORME DE SUPERVISIÓN LLANERO

Buenos dias patron.
Le escribo esta notita pa avisarle que ayer cuando me ahilé pa los ranchos esos que les llaman ton jauses me topé con una mula realenga por el camino. Mire jefe que yo ando por los montes, pero yo nunca había visto una mula así, tan encantadora y amable. Bueno mi jefecito yo me la llevé a los ranchos esos mientras hacia la supervisión y no juegue, la mula comenzó a comer toda la grama de la entrada y me ja llamado el guardia. Pa que le cuento, formándome lío porque ique la mula estropeó el gramado, no juegue si mas bien la vicha desmalezó la entrada y la puso bonifica que antes estaba amontada, este guardia si es abusador. Yo le regañé feo porque el guardia tiene que estar es pendiente de su puerta, que no es jardinero. Esto guardias si son busca peos mi jefe, le cuento esto antes que otro venga con el chisme, además aprovecho pa pasarle la facturita por el trabajito que le hizo la mulita esta tan buena moza, porque no solo desmalezo la entrada si no que también la abonó. Y mire jefe, el abono está caro.

LA ODISEA UEBO

La Odisea UEBO

Parece mentira que algunos infelices tengan la desdicha de poder observar las estupideces de manera científica, estructural y utilitaria. Ver lo que nadie puede ver y me sucedió un dia, uno de esos tantos que tengo que viajar a Caracas en los autobuises únicos. Este es el caso de las unidades de transporte de la Línea “Unión, Encarnación, Barlovento, Oriente” o sea: U.E.B.O.

Llevo años viajando en un UEBO de caracas a Higuerote, y coincide que en nuestro argot popular “huevo” no solo significa postura de gallina o como dice “el pequeño” gordo que tengo en el estante que llamo con ínfulas “biblioteca” y que dice textualmente:

“huevo. (Del lat. ovum). m. Cuerpo redondeado, de tamaño y dureza variables, que producen las hembras de las aves o de otras especies animales, y que contiene el germen del embrión y las sustancias destinadas a su nutrición durante la incubación. 2. huevo de la gallina, especialmente destinado a la alimentación humana. 3. Pedazo de madera fuerte y con un hueco en el medio, que usan los zapateros para amoldar en él la suela. 4. Cápsula de cera, de forma ovoide, que, llena de agua de olor, se tiraba por festejo en las carnestolendas. 5. vulg. testículo. U. m. en pl. 6. Biol. cigoto. 7. Biol. óvulo (ǁ gameto femenino…”

En fin, solo a alguien con demasiada maestría desconocida y anónima seria capaz de tan acertada comparación en las siglas de una línea con el servicio que prestan. Fíjense en los siguientes ejemplos:

Su pasaje cuesta un UEBO
Hacer cola, subir y llegar, otro UEBO
El trato con los colectores y choferes son un UEBO
Que sean coordinados, decentes y continuos en las rutas, porque unos van por el Tribunal, otros por La Panteón, otros por Maripérez y pare usted de contar. Es otro UEBO
Su transporte de mensajería cuesta otro UEBO

Pero no hay nada más maestro que el detalle de la estructura de la palabra. De forma coloquial decimos: “nos costó un huevo”, para decir que nos salio caro. Pero es tan pésimo y disminuido el servicio, que decimos sin ánimos de ofender que me tienen hasta el UEBO. O sea, sin la “H” y de paso con Horror ortográfico.